Conexiones de la facultad: conozca a Philbert Asson

Philbert, de 53 años, es instructor de soldadura en la Escuela de Soldadura y Centro de Tecnología de Tulsa en Houston, Texas. Llegó a los Estados Unidos a la edad de 12 años cuando se mudó de Trinidad a Brooklyn, Nueva York. Philbert llegó a Houston en 2004 y se unió a la Escuela de Soldadura de Tulsa hace dos años y medio.

Gracias por tu tiempo, Philbert. Cuéntanos un poco sobre tu experiencia en soldadura.

Cuando vine a Estados Unidos a los 12 años, me pusieron en séptimo grado. Siendo realistas, debido a lo que aprendí en Trinidad, debería haber estado en el grado doce y preparándome para dejar la escuela, así que me aburrí. Dejé los estudios a los 16, obtuve mi GED y me inscribí en JobCorps en Texas a los 17 años. Fue entonces cuando aprendí a soldar por primera vez.

Cuando salí de JobCorps, todos me dijeron que todavía estaba un poco mojado detrás de las orejas, así que terminé yendo a otro JobCorps en Kentucky y tomé soldadura nuevamente. Después de eso, volví a Nueva York. Empecé trabajando en calderas para Brooklyn Boiler Service, luego trabajé en los astilleros. Cuando decidí buscar trabajos mejor pagados, todos me preguntaron: "¿Qué tienen que ver Texas o Kentucky con Nueva York?" ¡Así que fui a la Escuela Técnica Apex en Manhattan y volví a soldar! Fui a tres escuelas de soldadura diferentes.

¿Por qué eligió la soldadura?

Al crecer en Trinidad, había un taller de soldadura al otro lado de la calle de mi escuela. Yo tenía ocho años y les pregunté qué estaban haciendo. Lo único que recuerdo que me dijeron fue que estaban pegando metal, y pensé que era absolutamente fascinante.

Consideré todos los oficios, pero noté que en la mayoría de ellos, tenías que ser un aprendiz durante años antes de poder convertirte en un plomero, electricista o carpintero con licencia. Así que le pregunté: "¿Cómo te conviertes en soldador?" y me dijeron: “pasas un examen y eres soldador!” Decidí dedicarme a la soldadura. Quería aprender todo al respecto.

Entonces, de niño, ¿querías ser soldador?

En realidad, quería ser cirujano. Siempre me gustó cortar cosas abiertas y coserlas de nuevo. Pero yo era el más joven de mi familia. Tengo ocho hermanos y dos hermanas. Vi quién fue a la universidad y quién no. Lo que salieron realmente no me impresionó. Por eso me decidí por un intercambio.

Has trabajado en fabricación, plantas, astilleros y calderería. ¿Por qué decidiste dedicarte a la docencia?

En 2014/2015, la economía fue mala para el negocio del petróleo. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que el soldador promedio tenía alrededor de 60 años, una especie en extinción. Fue entonces cuando vi el anuncio de Tulsa. En todos los trabajos en los que trabajé, siempre fui el líder de un grupo de soldadores, instaladores y ayudantes que tuve que capacitar. Tenía 50 años y era hora de transmitir mis conocimientos. Pensé que obtendría satisfacción al brindar mis conocimientos a personas que nunca habían soldado y permitirles cuidar de sus familias y ganarse bien la vida.

¿Es eso lo que más disfruta de la docencia?

Sí, eso es muy satisfactorio. Pero lo que realmente me gusta de esto es que puedo tomar cualquier interés que tengas, ya sea la música, la conducción de autos de carrera o la pesca; sea cual sea el pasatiempo que tengas, puedo transformar la soldadura en eso, hacer que te identifiques, para que puedas entenderlo y aceptarlo mucho más fácil.

Este es su primer trabajo docente a tiempo completo. ¿Lo estás disfrutando? 

A mis alumnos les digo todos los días que si disfrutas lo que haces, no trabajas ni un día de tu vida. ¡Así que no estoy trabajando! Estar aquí es como estar en Toys R Us. ¡Puedo jugar con todos los juguetes!

¿Por qué elegiste TWS? 

Había oído hablar de la Escuela de soldadura de Tulsa antes de comenzar a soldar hace 36 años. En los años 80, todo el mundo me decía que tenía que ir a la Escuela de Soldadura de Tulsa para convertirme en soldador. No quería porque no quería que mis padres firmaran nada por mí. Quería hacerlo todo bajo mis propios términos, así que fui a JobCorps.

Dime algo que la mayoría de la gente no sepa sobre ti.

Mi madre es china. ¡La mayoría de la gente no lo sabría! ¿Qué otra cosa? En 1991, trabajé para el Departamento de Parques en Brooklyn durante unos cinco años. En invierno, trabajaba en una pista de patinaje sobre hielo y enseñaba hockey sobre hielo, ¡y en verano era ayudante de herrero!

Si pudieras elegir cenar con alguien, vivo o muerto, ¿quién sería?

Me gustaría cenar con John D. Rockefeller. Escuché que era un tipo muy interesante. No tuvo mucha educación y llegó bastante lejos. Me gustaría aprender más sobre él.

Háblanos de tu familia.

Mi esposa Delia y yo nos casamos en el 2000. Tenemos tres hijastras y tres nietos. Mi esposa también es soldadora.

Si no fueras profesor, ¿qué harías?

Creo que volvería y haría arquitectura o ingeniería, donde podría visualizar algo y crearlo. Empecé con los dibujos arquitectónicos cuando tenía 11 años. Eso me ayudó con mis lecturas de planos.

Tienes una tarde libre inesperada. ¿Qué harías?

Mi esposa y yo íbamos a pescar. Nos encanta pescar en la playa, pero no tenemos tiempo para hacerlo.

En el campo, ¿cuál fue su herramienta favorita del oficio?

Mi mente. Cualquier herramienta solo es buena si sabes cómo usarla. He hecho muchos trabajos con herramientas limitadas, pero utilicé mi mente para facilitar mi trabajo.

Ha tenido una variada carrera como soldador. ¿Cuál es tu parte favorita de la industria?

Trabajo con calderas. Hay tantos tipos diferentes: residencial, comercial. Aunque son esencialmente lo mismo, cada uno es un poco diferente. He trabajado en algunos que son tan grandes que podrías estacionar un camión de 18 ruedas adentro, y he trabajado en otros del tamaño de un bote de basura.

¿Qué consejo tienes para los nuevos estudiantes que puedan estar considerando asistir a TWS?

El tiempo se detiene para nadie. Nuestras clases son de solo cinco horas y 15 minutos al día, así que utiliza ese tiempo sabiamente, porque una vez que se acaba, se acaba. Tienes que estar en esa cabina haciendo lo que tienes que hacer. Siempre les digo a los estudiantes que "lo vuelvan a hacer" porque quieren llegar a donde se sientan cómodos.

Si pudieras decirle a una persona "gracias" por ayudarte a convertirte en el hombre que eres hoy, ¿quién sería y por qué?

Mi padre. Siempre me dijo que si veo algo que nunca he visto o hecho antes, preste atención. Me dijo que tomara esa información y la pusiera en mi bolsillo trasero. A medida que avanza en la vida, se encontrará con cosas de las que necesitará recuperar esa información. Presta atención a todo, porque el conocimiento es poder.